martes, 17 de noviembre de 2020

Entrevista - Antonio Fernández

Antonio nos hace un repaso a sus cincuenta años dentro de la Filarmónica Beethoven. Una banda que tuvo que dejar por motivos laborales para trasladarse a Alcañiz (Teruel) pero que siempre ha llevado con él allá por donde ha ido pues como nos cuenta, siempre se ha sentido parte de la Banda.

De sus primeros años tiene multitud de recuerdos en la vieja Academia de la calle Veracruz, de los viajes con la Banda y del Maestro Angulo para el que solo tiene palabras de agradecimiento.

Ahora, ya jubilado, ha regresado a Criptana donde ha comenzado a estudiar piano y ha visto cómo ha cambiado su banda pero, lo que para él no ha cambiado, es que la Filarmónica Beethoven es como una gran familia.

¿Cómo recuerdas tu primera Santa Cecilia?

Mi primera Santa Cecilia fue en el año 1970, la recuerdo con mucho cariño. Fue muy emocionante. salimos tocando desde la Academia que estaba ubicada en la calle Veracruz hasta mi casa. Allí se tocaba en la puerta y luego se invitaba a la Banda a un aperitivo. Me hizo mucha ilusión. También porque parecía que ese día no iba a llegar, luego se hizo la comida en la Academia y después se hacia baile donde tocaban algunos músicos mayores como Falín, Paquito, Polo, Herencia, Matías, Sopicas, el Jarete, etc.

¿Por qué decidiste empezar a estudiar música? ¿Qué recuerdos tienes de aquella Academia?

Todo empezó porque algunos chicos de mi calle bajábamos a jugar en la plaza y, de paso, poníamos la escalera para subir al kiosco para los conciertos. Ramón Calonge (trompa) y Santiago Calonge (caja) y algún músico más nos animaban a que fuéramos a estudiar solfeo. Se lo dije a mis padres y me apuntaron. De mi calle fuimos varios chicos, que al final quedé yo solo. Allí ya conocí a Manolo Manzaneque y a José Luis Díaz-Ropero (el relojero). Los tres tocábamos el trombón junto con Palomino que él ya tocaba en la Banda.

Recuerdos de la Academia son muchos... como en el invierno ir a encender la estufa, el piano los premios que colgaban de las paredes, el cuadro de Beethoven, el reloj tan bonito y antiguo, los cuadros que tenían frases como "Dijo Sancho a la Duquesa: Señora, donde hay música no puede haber cosa mala" o "La música ennoblece el sentimiento"... también las broncas que nos echaba el Maestro Angulo cuando no nos sabíamos alguna lección, sobre todo la lección 37 del método de Hilarión Eslava. Recuerdo a Pili, la mujer de Isidoro Angulo (saxo barítono) que ella le ayudaba al maestro a darnos solfeo y es que ella estudiaba violín.

Recuerdo cuando la Banda traía un ninot de las fallas de Alicante y en Santa Cecilia se quemaba en el corral de la Academia. Los ensayos de verano en el patio de la Academia... o cuando se colgaban en la pared para Santa Cecilia un listado con todas las actuaciones y ensayos del año y lo que iba a cobrar cada músico. Hacía mucha ilusión ir a recoger el  sobre. 

Todo esto se lo tengo que agradecer al Maestro Angulo por haberme metido y enseñado este mundo tan bonito como es la música.

¿Cuál considerarías uno de los mejores conciertos de la Banda? Y para ti, ¿un momento que recuerdes especialmente?

Uno de los mejores conciertos es muy difícil de elegir, porque todos han sido buenos, cada uno en su época. Pero sí puedo desctacar de mis comienzos en la Banda el de la entrega de la medalla del bicentenario de Beethoven que vino la Doctora Krhall de la oficina de turismo de Viena o el Certamen de Tomelloso, que para mí fue mi primer Certamen. Recuerdo que por la calle tocábamos "Segrelles", mi madre que estuvo allí con mi hermana me decía que se les acercó un tomellosero y les dijo: "¡madre mía viene la banda de Criptana tocando un pasodoble que levanta los adoquines de la calle!", y luego en el escenario: El Abanico, Maruxa y Egmont... y para rematar primer premio a la Banda y mejor dirección al Maestro Angulo.

Y un momento que recuerde especialmente, pues ahora recientemente el estreno del pasodoble de mi hijo: "Jorge Fernández".

Nos comentas que el estreno del pasodoble dedicado a tu hijo ha sido uno de tus mejores momentos en la Banda ¿Qué ha significado para ti?

Significa mucho. Ya hacía muchos años que lo estuve intentando, pero a quien se lo dije tenía mucho trabajo musical y yo lo entiendo. Hace un año se lo dije a Carlos de la Fuente y me dijo que sí, le dije que fuera alegre como Jorge. Cuando Carlos me lo dio para escucharlo, se lo puse a mi hijo que él, por su discapacidad es el oído el sentido más desarrollado que tiene y no veáis que atento lo escuchaba.

Fue muy emocionante cuando Juanjo, nuestro director, dijo que se tocaría en la traída y la llevada de la Virgen y el Cristo y el día 3 de agosto de 2019 se estrenó en el concierto. Fue muy emocionante porque Jorge estuvo presente.

Aprovecho para dar las gracias a toda la Banda y a Juanjo y, por supuesto a Carlos de la Fuente, su compositor. Es un recuerdo que siempre lo llevaré dentro y no lo olvidaré. Gracias.

Te marchaste a Alcañiz por motivos laborales, pero siempre que has venido has colaborado con la Banda ¿siempre te has sentido parte de la Banda?

Si. Me marché a Alcañiz (Teruel) en 1979 a trabajar con Telefónica y cuando venía en Semana Santa, verano y alguna Santa Cecilia colaboraba con la Banda.

En Alcañiz junto con 11 personas más fundamos la banda que hay hoy en día y también iba al Conservatorio de Zaragoza. Yo siempre llevaba a la Filarmónica en mi pensamiento, por  eso un año hablé con el alcalde de Alcañiz par que la Banda fuese a tocar allí y, cuando ya teníamos todo preparado, una concejal lo rompió todo. Entones dirigía Falín y quería llevar la Antología de la Zarzuela.

Hace dos años volví a hablar con el alcalde y el concejal de Cultura de allí, se mostraron muy interesados para tocar en el concierto de la elección de la reina de las fiestas, quiero decir con esta anécdota que la Filarmónica ha estado y está muy presente en mí.

Volviendo a tus comienzos, con el Maestro Angulo era muy habitual los viajes a fiestas patronales a otras localidades ¿Cómo recuerdas estos viajes? ¿Podrías contarnos alguna anécdota?

Si, se salía mucho como a Alicante en Fallas, Villena a los Moros y Cristianos, Albalate de Zorita, Ciudad Real, etc. y el que más nos gustaba era Melgar de Fernamental (Burgos).

Como anécdota, el segundo año llegamos allí y tocamos el pasacalles y por la tarde los toros y ya no tocamos más en todas las fiestas. Éramos dos: José Luis (el relojero) y yo, y nos íbamos con los chicos y chicas de allí. Nos cogió el Maestro y nos dijo que no íbamos a cobrar en Santa Cecilia y, después de pedirle perdón, nos perdonó. No podía hacer carrera de nosotros pero en fin, eran cosas de chicos jóvenes.

¿Qué obra es la que más te ha gustado o de la que recuerdas con especial cariño?

Es muy difícil contestar a esta pregunta, porque todas son muy buenas. Pero si hay que recordar alguna, destaco Carmina Burana, que la transcripción era de Manuel Angulo y Ángel Arteaga, Guillermo Tell, y también las que tenían solo de trombón como La Dolorosa o Una noche en  Granada, donde el solo lo hacía mi amigo y compañero Palomino. Y ahora recientemente, la 4ª Sinfonía de Maslanka.

En tu regreso a Criptana ¿Cómo has visto a la Filarmónica? ¿Has observado muchos cambios?

La Filarmónica Beethoven es una de las mejores bandas de España. Solo hay que ver los últimos premios como el Certamen Internacional de Valencia con el primer premio o el último, el regional de Mota del Cuervo. Hay un alto nivel musical, incluso con mucha gente profesional.

Además, hace poco has comenzado a estudiar piano en la Escuela Municipal de Música ¿Cómo ha surgido este interés por un instrumento tan diferente al trombón?

Estoy matriculado en ambos instrumentos: en el piano y en el trombón. Al estar jubilado se tiene más tiempo, además son las ganas de aprender más y la curiosidad por descubrir el piano.

¿Cómo ves el futuro de la Banda?

Como optimista que soy, lo veo bien. Con muchas ganas de trabajar de todos los componentes, de la Junta Directiva y del director, pero somos los componentes los que tenemos que dar el do de pecho, así la Junta y Juanjo pueden trabajar más cómodos y tirar mejor para adelante, para eso están los ensayos e intentar fallar lo menos posible. En general, le veo buen futuro.

Para finalizar, nos gustaría saber qué te ha aportado a lo largo de estos años la Banda.

Mucho. Amar la música y la amistad con los compañeros porque la Banda es una gran familia y, lo más importante, pertenecer a la Filarmónica Beethoven.

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